Vamos a ir por partes y con mucha brevedad.
Empezaremos por los cercos. Hay numerosas especies de ninfas de efemera que poseen unos cercos bastante discretos, y es muy frecuente que tras el paso a la edad adulta los pierdan, lo cual no impide para nada que las truchas se los coman.
La cosa ya viene de lejos. Siempre ha habido debate acerca de nuestras moscas ahogadas, con partidarios de ponerles cercos y otros que siempre han dicho que estos no tienen la más mínima importancia. No nos olvidemos de que hay unos pocos modelos de moscas ahogadas que no llevan cercos, pero eso ahora no viene al caso. El argumento era que los cercos equilibraban mejor la mosca, aunque en nuestro subconsciente seguramente habitaba el hecho de que eso les otorga una imagen más parecida al insecto real, lo que siempre es mucho más importante para nosotros que para las truchas. Si pescando bajo la superficie, donde la trucha tiene más facilidades para observar mejor la imitación, los cercos no importan, mucho menos importarán cuando pescamos sobre la superficie (¡ojo! hablando de cuestiones meramente imitativas, otra cosa es si hablamos de flotabilidad o equilibrio).
También hemos comprobado muchas veces en nuestras jornadas de pesca como moscas secas completamente destrozadas, que ya han perdido sus cercos, con las alas desequilibradas y el cuerpo raído, siguen dándonos más peces que imitaciones perfectas que acabamos de sacar de nuestras cajas.
Por otro lado, como se puede comprobar en las fotos finales de esta entrada, unos cercos en V, sea con pluma de León o con micro fibbet's o con cualquier otro material, apoyados en el agua, no tienen absolutamente nada que ver con los cercos de una efemera natural que se encuentre derivando sobre la superficie. Quizás podríamos conseguir un efecto similar usando un montaje invertido en un anzuelo curvo, pero fallaríamos tantos peces al clavar que desecharíamos la mosca rápidamente, y eso suponiendo que nos aportase alguna mejora en número de subidas, que no lo hace. Algún tipo de cuerpos extendidos moldeables como los fabricados por medio del tube bodiz serían otra opción.
Y también fijándonos en estas fotos y pensando en como deriva una imitación de efemera montada en paracaídas podemos darnos perfecta cuenta que el nivel de flotación de este tipo de imitaciones es demasiado bajo en comparación con el de los subimagos naturales, ya que un poste plano y unos cercos en V jamás van a otorgarle a la imitación la misma posición sobre la película superficial en la que derivan los insectos naturales.
De hecho, si nos fijamos en cuestiones de imitación pura, este tipo de moscas tendrían un uso más acorde a su morfología en el caso de que pretendiésemos imitar emergencias fallidas. El propio LaFontaine recomienda el uso de moscas en paracaídas en zonas de fuerte corriente, ya que es donde los insectos sufren más problemas dando lugar a un número mayor de emergencias fallidas. También se ha recomendado a menudo utilizar colores del poste grises o cremas, para recortar el hackle por un lado y que así la mosca navegue lateralmente con el poste apoyado sobre el agua simulando un inválido.
En resumidas cuentas. Todas las moscas pescan por la fe del pescador. Yo a las moscas en paracaídas no les tengo ninguna fe. En cambio, siento adoración por los paraloop, que al fin y al cabo son un diseño no muy alejado de las anteriores. Pero lo que no debemos hacer es caer en el onanismo mental buscando argumentaciones y motivos varios para cosas que nunca vamos a poder saber a ciencia cierta, y más cuando se pretende defender algo que en comparación con la realidad de la naturaleza, de la parte que sí podemos comprobar, no se sostiene de ninguna de las maneras. Podemos comprobar como deriva una efemera natural y como lo hacen nuestras imitaciones según su diseño. No podemos saber por qué una trucha decide tomar una mosca ya que no podemos meternos dentro de su cerebro.
De todas maneras, si tenemos el empeño de que nuestras imitaciones deriven de la forma más parecida posible a las naturales, siempre podremos encontrar algún diseño que nos permita acercarnos un poco más: