martes, 7 de enero de 2014

TRATANDO NUESTRAS MOSCAS DE CDC.

A raíz de unas fotos que publiqué hace unos días en el Facebook surgió una interesante conversación sobre el tratamiento de las plumas de CDC y de algunos modelos concretos de moscas. Realmente me sorprendió que surgiesen tantas dudas porque yo estaba convencido de que era algo que ya sabía todo el mundo como se hacía y para qué servía.

Muchas veces hemos oído o leído que aunque montemos una mosca de Marc Petitjean con los materiales originales no vamos a conseguir la flotabilidad de las moscas que él vende (de las que vienen de fábrica, no de las que él mismo monta en ferias y exhibiciones, que flotan como cualquiera de las nuestras, no como las que salen de la fábrica). Viendo esto, no es difícil deducir que o las plumas o las moscas se ven sometidas a algún tipo de tratamiento con alguna sustancia que aumenta sus propiedades hidrófugas.

Recetas y formas de hacerlo me han pasado muchas, y he probado algunas otras. Seguramente será imposible que nadie sepa cual es el tratamiento original, y si este se aplica a las plumas o a las moscas ya montadas. De todas las recetas mágicas que he probado la verdad es que son dos las que mejor han funcionado, haciendo que las moscas floten prácticamente igual que las que vende Petitjean.

Uno de estos sistemas consiste en retorcer las plumas sobre sí mismas y sumergirlas en aceite de cdc antes de montar el cuerpo de la mosca. Se gana flotabilidad pero tiene algunas pegas, como por ejemplo que el montaje se vuelve completamente engorroso al tener que hacerlo con la pluma mojada en aceite de cdc y que nos sirve para las plumas del cuerpo, pero no para las de las alas.

La otra posibilidad, que es la que yo hago desde hace algunos años, consiste en rellenar un bote con aceite de cdc y una vez hemos montado las moscas dejarlas sumergidas un tiempo determinado para después someterlas a un proceso de secado.

He probado tiempos de inmersión desde ocho horas a una semana, y la verdad es que las diferencias en este punto no son demasiado grandes, así que al final terminé optando por el término medio, entre 48 y 72 horas dependiendo del tamaño de la mosca.

En donde sí he notado diferencias ha sido en el proceso de secado. Es muy importante que las moscas sequen por sí solas, colgadas de un trozo de nylon entre dos tornos, o clavadas en un disco de foam ranurado sin que las plumas toquen el foam o de cualquier otra forma que se nos ocurra. Así, el exceso de aceite sigue siendo absorbido por las plumas y aquí sí que se nota diferencia entre tener la paciencia de dejarlas secar por sí mismas o querer acelerar el proceso con papel absorbente o un secador, que lo que acabamos haciendo es quitándoles aceite y no permitiendo que se impregnen tanto como sea posible.

Creo que con unas pocas fotos nos entenderemos mucho mejor que con el texto, pero eso sí, antes de las fotos, solo utilizo este sistema para moscas montadas íntegramente en cdc. Para otros materiales hay productos específicos en el mercado como el Hydrostop o el Water Shed que se utilizan hace muchos años, que han sido diseñados específicamente para ello y que están ya probados y requeteprobados y que tienen una eficacia demostrada (otra cosa es que el resultado, a título personal, nos guste o no).






Como se puede ver en las fotos finales, a pesar de haber absorbido gran cantidad de aceite, el aspecto final de la mosca es el mismo que tendría de no haber sido sometida a ningún tipo de tratamiento.

Y, sinceramente, es un proceso bastante laborioso, por lo que cada uno deberá decidir si le merece la pena llevarlo a cabo o comprar directamente una docena de las originales. Yo lo tengo bastante claro, básicamente porque pagar más de 1,80 € por cualquier mosca para trucha me parece un auténtico abuso.

2 comentarios:

  1. Genial!!! yo era el que desconocía la técnica del baño este.
    Muchas gracias por compartir tus conocimiento, de verdad, gracias

    ResponderEliminar
  2. Buenas...
    Interesante tema, la verdad es que cada uno procura sus sistemas en base a sus experiencias!
    Hace tiempo que cayó en mis manos antiguos y conocidos flotabilizadores de mucilín líquido, que tiene un compartimento interno donde se introduce la mosca, se cierra y al girar esta se empapa. Para posteriormente escurrir en la operación inversa. Seguro que los conoces!
    Desde entonces lo uso con la mayoría de las moscas secas, teniendo diferentes disoluciones en sus interiores para de vez en cuando seguir buscando la piedra filosofal de los flotabilizadores. A mi me basta y me es cómodo aunque reconozco que no es práctico para montajes en serie por su reducido tamaño, pero creo que podría ser fácilmente adaptable a un recipiente mayor.
    Otro sistema que utilizaba era ubicar trozos longitudinales de sedales en el interior de los tarros de cristal para aprovechar el producto y no enguarrar mucho en el secado, pues como soy un desastre montaba unos cirios de grasa del copón!! En fin ideas del Dr Bacterio!!

    Un saludo!!!!





    En fin paranoias

    ResponderEliminar