miércoles, 21 de noviembre de 2012

Equivalencias: Gütermann vs. Alikun.









domingo, 18 de noviembre de 2012

LA PESCA CON STREAMERS: SALMÓNIDOS EN RIO.

Pues del mismo modo que la pesca con moscas ahogadas y sedal pesado es en España una técnica residual, apenas utilizada y a la que, en general, solo recurrimos cuandos nuestras tácticas habituales no nos dan resultados, algo similar podría decirse de la pesca de la trucha con streamers en rio.

Particularmente no conozco a ningún pescador español al que si le preguntamos ¿Cuál es tu sistema de pesca predilecto? vaya a respondernos que su técnica de pesca favorita sea la pesca con streamers.

En muchos casos podemos aludir a la falta de rios adecuados (falso), a que puede resultar repetitivo y monótono (falso) o a que no hemos tenido buenos resultados cuando hemos probado, que será el punto que tendremos que analizar para saber por qué tenemos esos malos resultados.

Bien es verdad que, actualmente, con el tipo de cañas que empleamos habitualmente casi todos, podemos vernos un poco limitados para el manejo de un streamer, y ya no digamos si pretendemos emplear un tándem. Estas cañas de líneas ligeras resultan francamente versátiles para combinar la pesca con mosca seca, tándem o ninfas ligeras, pero si intentamos lanzar un streamer a cierta distancia con una línea del #2 o del #3 (incluso del #4) lo más probable es que se produzca el caos; y no exclusivamente por el peso, ya que no será raro que con esa misma caña presentemos una ninfa más pesada que nuestros streamers, pero en cuanto entran en juego las variables "distancia de lanzado" y "resistencia aerodinámica" el resultado será efectivamente caótico.

Aunque la excusa de la caña no nos sirve para encontrar el motivo de por qué tenemos tan olvidada la pesca con streamer, ya que hace apenas diez años casi todos utilizabamos cañas de línea #5 para la pesca de la trucha, y con acciones más potentes que las cañas actuales, dicho se de paso, y la pesca con streamer estaba igualmente arrinconada.

Otra excusa frecuente es la falta de escenarios adecuados. Si nos imagínamos pescando con streamer a todos se nos vendrá una imagen similar a la cabeza: quizás el rio Gállegos, quizás un woolly bugger con patas en un anzuelo del #6 extra largo, quizás una caña de línea #7 y quizás un reo de unos 6 kilos al otro lado de la línea. Y sí, éste sería un escenario ideal, pero a mí me gusta hacer otra analogía siempre que me planteo pescar con streamer.

Es raro (o muy raro) el pescador de truchas que antes de practicar la pesca con mosca no ha practicado el lanzado ligero. Y todos sabemos que pescando con cucharilla una trucha puede atacar nuestro señuelo en casi cualquier parte del rio. A mí me ha sucedido muchas veces, y no creo que sea un caso extraño, que en apenas un palmo de agua una trucha de unos 15 centímetros ha atacado una cucharilla vibrax del número 2, que es indiscutiblemente mayor que el tamaño de la cabeza de la propia trucha.

Luego analizando este ejemplo tampoco podremos aceptar como excusa el hecho de que nuestros rios no son los adecuados. Bien es cierto que hay unos escenarios más propicios que otros, pero con un pequeñito streamer montado en un anzuelo estándar del #10 y una bola de latón de 3,0 milímetros podríamos pescar en casi cualquier rio de nuestra geografía.

Nos queda únicamente una excusa para desterrar la pesca con streamers de nuestros sistemas de pesca, y es el hecho de que nos resulta aburrida. Bien, esto es subjetivo, y contra quien haga tal afirmación nada se puede razonar, y lo único que nos queda es intentar buscar la forma de que pueda resultar más divertido.

Y ¿cuál es la mejor forma para que pescar con streamers nos resulte divertido? Pues teniendo muchas capturas y de buen tamaño. Y para esto no queda más remedio que poner en el rio nuestros streamers.

- EQUIPO.

El equipo idóneo para la pesca de truchas con streamer en rio estaría compuesto por una caña de línea #5 o #6 y de 9 pies de longitud. En el caso de los streamers, aun manejándolos como ahogadas o pescando en deriva muerta, no creo recomendable ir más allá de los 9 pies, ya que lo que ganaríamos en control de deriva lo perderíamos en acumulación de fatiga, si bien en ninguno de los casos la diferencia es lo suficientemente grande como para descartar cañas de 10 pies. Más de 10 pies y en líneas #5 o #6 sí que ya parece algo excesivo, y además casi nadie utiliza cañas de este tipo, ya sean cañas de una mano o tipo switch, ya que en cuanto nos vamos más allá de los 10 pies suele tratarse de líneas muy ligeras.

De todas formas, la caña no va a ser nunca el elemento determinante cuando tratemos de pescar con streamers, ya que en este caso, la parte fundamental del equipo es la línea.

Para aquellos que quieran tener una sola línea para pescar con streamers la más indicada posiblemente sea una línea flotante de punta intermedia transparente. Otra opción es coger nuestra línea flotante estándar y hacernos con unos cuantos leaders de diferentes tipos de hundimiento.

En mi caso particular tengo una línea intermedia transparente (de dectahlon que eran buenísimas, pero solo las transparentes), una teeny T-130 (la de mayor hundimiento que utilizo en rio) y una wf flotante (una windcutter). Todas ellas las utilizo también en aguas paradas, pero esa es otra historia que quedará para un poco más adelante. Antes tenemos que concienciarnos de la importancia de la línea, ya que es ésta la que nos permitirá llevar nuestros señuelos al nivel donde los peces se encuentren.

Y es que aquí no servirá lastrar las moscas, porque intentar lanzar un streamer con una bola de tungsteno de 3,8 mm y un cuerpo y cola voluminosos más allá de unos 15 metros con una línea #5 puede acabar provocando un impacto en nuestra gorra, o lo que aún es peor, en la puntera de nuestra amada caña!! a no ser que se tenga un control absoluto del lanzado, claro está.

Y como lo que queremos para ir empezando es que la cosa sea sencilla, pues no nos compliquemos: caña de 9 pies y línea #5 de cierta potencia, que sobrelinearemos con una línea #6 flotante que nos permitirá sentir mejor el comportamiento de la caña durante el lanzado y al mismo tiempo nos permitirá manejar mejor los streamers, a la que añadiremos si fuera necesario un leader de hundimiento intermedio o rápido y después un terminal de 16 o 18 centésimas (aquí no hace falta afinar con los terminales, y bajar de un 14 serán roturas continuas ya que las picadas suelen tener cierta violencia, así que en el caso de los streamers pescar fino no otorga ninguna ventaja).

- MOSCAS.

Dejando para más adelante algún montaje concreto, sí me gustaría resaltar dos aspectos que para mí son fundamentales a la hora de montar streamers.

El primero de ellos es el lastre. Como ya hemos visto, será la línea quien marque la profundidad y no el peso del señuelo, por lo que en mi caso, siempre que añado algún elemento metálico a los streamers utilizo únicamente el latón, ya que lo que buscamos aquí con las bolitas, ojos, conos, etc. es modificar la acción y el movimiento del señuelo, y no que éste descienda hasta una profundidad x.

El segundo de estos aspectos es la vibración. Si pensamos que en muchos casos el ataque se producirá más por un instinto de protección del territorio que por un afán alimenticio, cuantas mas vibraciones produzca nuestro streamer más fácilmente llamará la atención del pez, desencadenando un posible ataque. Y para mí, hay un material que es fundamental a la hora de conseguir esto, y son las patas de goma o silicona. Entre dos streamers idénticos, uno con patas, y otro sin ellas, yo siempre elegiré el que tenga patas. Hay otros sistemas que generan vibración, e incluso sonidos, pero después de haber probado varios de ellos, como las magic head de Petitjean o diferentes tipos de rattles, la verdad es que las patas de goma son las que mejores resultados me han dado (y además son las mas baratas).

Personalmente no me gustan los anzuelos de tija extralarga, ya que siempre he tenido la sensación de que hacen perder más capturas que los que no sobrepasan el 2XL, pero esto, como muchas otras cosas, quizás solo sean sensaciones y gustos.

- SITUACIONES.

Pues bien, si revolviendo entre todas las cajas con cosas que no usamos, hemos conseguido dar con el material suficiente para hacer un primer intento, lo más recomendable sería empezar en una tabla de profundidad media (hasta 150 centímetros como máximo), avanzando rio abajo y lanzando ligeramente aguas abajo para dejar que la propia corriente mueva nuestro streamer a la vez que podremos ir probando diferentes tipos de recogida. Tampoco es una mala idea hacer unos pocos lanzados en nuestra propia orilla, en una zona de poca profundidad y donde podamos ver qué acción natatoria es la que presenta cada modelo que hayamos montado y como se comporta en función del tipo de recogida que hagamos, lo que nos puede permitir conocer a priori si será conveniente manejarlo lentamente, hacerle permanecer inmóvil o en deriva muerta o recogerlo rápidamente.

Una vez que hayamos conseguido estar pescando y lanzando cómodos, con un equipo equilibrado, con cierto control en el lanzado y la recogida y que hayamos tenido al fin alguna captura, podremos pasar a pescar otras zonas del rio, que ni implican necesariamente una mayor pericia, pero sí presentan más dificultades a la hora de acertar con la profundidad.

Pescar lanzando desde la cabecera de un pozo, aguas abajo, con una línea de hundimiento considerable, puede depararnos la mayor captura de la temporada, pero en cuanto hablamos de profundidades de más de tres metros, en rio, es siempre complicado saber exactamente si nuestro streamer consigue bajar a la profundidad adecuada. Yo en este caso intento guiarme por dos principios muy simples. El primero de ellos es que si el streamer profundiza lo suficiente como para no poder verlo, a mí en principio ya me sirve, ya que esto por lo general suele indicar que si hubiese algún pez a partir de esa profundidad tampoco lo habríamos visto (aunque objetivamente un streamer sea más pequeño que una trucha, no tiene la misma capacidad de mimetizaje y si lleva brillos a veces resulta mucho más visible que los propios peces).

La otra opción que manejo para hacer cálculos rápidos y sencillos de profundidad es hacer un lanzado aguas arriba y dejar derivar el streamer intentando sentir si realmente llega a tocar el fondo (no hay mejor indicador para esto que un enganchón). Aunque esto solamente lo hago cuando dudo entre la línea intermedia y la teeny. Por supuesto, una vez que pescamos zonas conocidas y adquirimos ciertos automatismos el número de probaturas se reducirá sensiblemente.

Y como decíamos al principio, una trucha puede sorprendernos atacando una cucharilla en cualquier parte, así que con un streamer puede suceder lo mismo, así que nunca descartaremos las zonas de aguas lentas o las zonas más someras, sin olvidar que a menor profundidad más difícil será conseguir una buena presentación con nuestro streamer y más frecuentes serán los enganchones.